Hay quienes para los que la lluvia es motivo de quedarse en casa. Sin embargo, para otros es el mejor momento para lanzarse a una escapada de turismo rural. La naturaleza adquiere un color diferente y más exuberante al contacto con el agua. Además, el líquido elemento invita a poder disfrutar de un ambiente cálido e íntimo.
Ver cómo llueve tras los cristales de una ventana, apreciar cómo el agua va llenando de caudal ríos y arroyos que conforman un espectáculo natural único es algo realmente sorprendente. España está repleta de destinos ideales para hacer turismo rural con lluvia. Paisajes que se tornan de un aspecto totalmente diferente bajo la pátina del agua.
Los días de lluvia son ideales para perderse en el corazón de la naturaleza. Parques naturales, frondosos bosques y valles por donde serpentean ríos y arroyos te están esperando. La lluvia es la excusa perfecta para hacer turismo rural y conocer los paisajes más recónditos de la geografía española.
Los mejores destinos de turismo rural cuando llueve
La lluvia no solo le confiere al paisaje natural un cariz diferente. La peculiar arquitectura de muchos pueblos de España se transforma por completo al contacto con el agua. Hacer turismo rural cuando llueve es una inmejorable oportunidad para pasar unos días de descanso en contacto con la naturaleza. El momento perfecto para desconectar del día a día y disfrutar de la calma y la tranquilidad que nos brinda el turismo rural.
A lo largo de toda la geografía española, tienes innumerables lugares para pasar unos días de turismo rural cuando llueve. Desde los lugares más recónditos a esos otros un poco más conocidos, son destinos perfectos para hacer turismo rural en otoño. La lluvia no es sinónimo de pereza, sino de oír cómo cae de fondo sentados frente a la chimenea. Un plan perfecto para ir con amigos, en familia o de escapada romántica.
Patones (Madrid)
Las calles y las construcciones en pizarra negra de Patones hacen de este enclave uno de los pueblos más pintorescos para hacer turismo rural cuando llueve. De hecho, la pizarra de sus casas adquiere un color brillante y muy característico que, una vez que vuelve a salir el sol, barniza todo de un ambiente único. La panorámica que se disfruta en sus callejuelas es muy especial.
La Sierra Central y la Cuenca del Tajo que rodean Patones son enclaves por los que discurren los ríos Jarama y Lozoya. Además, innumerables arroyos serpentean por doquier que, con la llegada de las lluvias, aumentan de caudal para ofrecer preciosas estampas en forma de pequeños saltos de agua. Ni que decir tiene que en esta época del año las rutas de senderismo por los alrededores de Patones se convierten en todo un reclamo turístico para mochileros y senderistas.
Los Oscos (Asturias)
Los Oscos es una comarca situada en el interior de Asturias y que ofrece a los turistas un paisaje accidentado con bosques de carballos, abedules, alcornoques y fresnos. Esta naturaleza de colores intensos en la época de lluvias es el preciado entorno natural de pueblos como San Martín, Villanueva y Santa Eulalia de Oscos. Rincones en los que el color negro de la pizarra que cubre las viviendas es el más característico.
Los Oscos es un lugar repleto de ríos y cascadas que se vuelve aún más espectacular durante la época de lluvias. Sus pequeñas aldeas y frondosos bosques invitan a realizar alguna de sus rutas de senderismo. Un destino que está considerado Reserva de la Biosfera por la UNESCO y que conforma uno de los secretos mejor guardados del Principado de Asturias.
Grazalema (Cádiz)
Grazalema está considerada la localidad de España donde más llueve en cantidad. Pero aquí la lluvia no es, ni mucho menos, un elemento desagradable, sino todo lo contrario. El pueblo se halla enclavado en la Sierra de Cádiz en un entorno de naturaleza exuberante donde son protagonistas las serranías del Pinar y del Endrinal. Hablamos, por tanto, de un excelente destino rural para amantes de la aventura. La lluvia, precisamente, empapa la piedra y las casas blancas dotando a la vegetación del entorno de un color único.
El Parque Natural de Grazalema disfruta de un clima muy especial. Más de 2.000 litros de agua por metro cuadrado recibe al cabo del año. Una humedad que repercute en el paisaje creando grutas y cascadas como las gargantas de La Seca y La Verde. Además, estas grutas son también aprovechadas por los buitres que sobrevuelan el parque y le dan un aspecto maravilloso a toda la zona.
Valle de Boí (Cataluña)
El Valle de Boí es uno de los más hermosos desde el punto de vista paisajístico del norte peninsular. Sus pueblos se hallan entre los más bonitos del Pirineo catalán y se caracterizan por una arquitectura tradicional en la que destacan sus iglesias románicas. Pueblos de piedra que, al contacto con la lluvia, ofrecen un paisaje muy pintoresco y singular.
Los pueblos de Barruera, Durro, Boí, Taull, Erill La Vall, Cardet o Caldes de Boí son perfectos para unas vacaciones de turismo rural. Desde aquí puedes acercarte hasta el Parque Nacional de Aigüestortes y Estany de Sant Maurici. Una zona repleta de lagos, valles y cursos de agua que cobran un inusitado interés en la temporada de lluvias. También se puede aprovechar la ocasión para conocer la Estación Invernal Boí Taull.
Moratalla (Murcia)
Moratalla es uno de los pueblos más bonitos de la región de Murcia. Las montañas de su entorno (sierra del Cerezo, de los Álamos o de las Muelas) conservan las mayores extensiones forestales de la región. Valles salpicados de pinares, robledales, encinares y sabinares que visten de encanto toda la zona. Además, en los alrededores de Moratalla se levanta el pico de los Revolcadores con más de 2.000 metros de altitud.
Cerca de este pueblo se hallan los ríos Alhárabe y Benamor que conforman parajes de extraordinaria belleza natural. Cerca de Moratalla puedes visitar también Caravaca de la Cruz, uno de los rincones más monumentales de Murcia y en donde se venera la milagrosa Santa y Vera Cruz de Caravaca.